La norma busca obligar a tener al menos un experto del área de Recursos Humanos que esté certificado en integración laboral y en el desarrollo de programas y política referidos a la materia. Tras su aprobación, la moción pasa a segundo trámite al Senado.
El proyecto aprobado de manera unánime en la Cámara de Diputados, busca modificar el Código de Trabajo con el fin de fortalecer la legislación existente en el país en materia de inclusión laboral. Desde el 2018 se exige a las empresas con 100 o más empleados, cumplir con al menos un 1% de personas en condición de discapacidad.
Esto fue un gran avance para la igualdad en la sociedad chilena, pero muchas autoridades y organizaciones que promueven la inclusión, han mostrado su preocupación sobre la real integración en el lugar de trabajo una vez que se realiza la contratación Es por esto que se planteó esta nueva propuesta trabajada en la Comisión del Trabajo y Seguridad Social, con la cual se busca seguir avanzando en la promoción de una verdadera inclusión laboral.
Este proyecto tiene dentro de sus lineamientos el que se agregue la obligación para las empresas que cuenten con cuota de inclusión, de tener al menos un empleado de Recursos Humanos experto y certificado en materia de inclusión. Esto permitiría que se puedan elaborar programas y políticas de inclusividad dentro del lugar de trabajo. La certificación deberá ser otorgada por parte del Sistema Nacional de Certificación de Competencias Laborales.
Sumado a esto, se deberán llevar anualmente programas de capacitación al personal. Todas las actividades de trabajo deberán tener en cuenta normativa sobre igualdad de oportunidades e inclusión laboral y social. De esta forma, se llevará a cabo una labor cooperativa entre el empleador, los empleados en situación de discapacidad y el resto del personal.
Las ventajas de tener la figura de un experto en inclusión certificado
Hace tres años que entró en vigencia la Ley 21.015 de inclusión laboral de personas en situación de discapacidad. A pesar de no ser partidaria de las leyes de cuotas, era necesaria una acción afirmativa para impulsar la contratación de personas en situación de discapacidad en las empresas, desde la perspectiva del derecho al trabajo.
Si bien esto notoriamente ha impulsado la contratación de personas en situación de discapacidad (a febrero de este año había aproximadamente 20.000 trabajadores con discapacidad con contratos vigentes) y ha potenciado el desarrollo de la inclusión al interior de empresas que ya venían trabajando el tema previo a la ley, surgen dos problemas que necesitan ser abordados actualmente. Primero, la ley nos dice que hay que contratar, pero no nos dice cómo, ni bajo qué estándares de calidad deben ser realizados estos procesos inclusivos.
Segundo, la poca visualización de que los trabajadores con discapacidad, al igual que el resto de los colaboradores de la empresa, deben ser fidelizados, otorgando oportunidades de movilidad interna y desarrollo de carrera para evitar la fuga de talentos, algo que está complicando a las empresas hoy en día.
Esto, si es bien conducido, podrá dar respuesta a la necesidad de gestionar los procesos de inclusión con estándares de calidad, permitiendo a la empresa entender que la inclusión no es sólo contratar personas con discapacidad, sino que para que exista una real inclusión debe gestionarse responsablemente el cambio cultural necesario, comprendiendo la necesidad de realizar un proceso de intermediación laboral completo y de calidad, derribando las barreras actitudinales que impiden visualizar que las personas en situación de discapacidad, también pueden tener un desarrollo de carrera al interior de la empresa.
Algo que el Pacto de Productividad Chile también se encuentra trabajando. De acuerdo a lo referido en la “Guía para Empresas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad”, elaborada por OIT y Pacto Global de las Naciones Unidas, los sistemas de cuotas se consideran más eficaces cuando se complementan con servicios y medidas de apoyo adicionales brindadas por los Estados a las empresas y a las personas en situación de discapacidad.
La gestión de la inclusión al interior de la empresa suele estar delegada, erróneamente, a las áreas de recursos humanos, pensando que la inclusión es sólo la contratación de personas con discapacidad. La inclusión es mucho más que eso, considera las diferencias individuales bajo un modelo de equidad y una perspectiva de derechos y deberes.
Es por ello, que es valioso que se realicen cumbres de inclusión laboral y social, como Expo Inclusión Online, la cual este 1 de septiembre abrió las postulaciones a empresas y fundaciones para que participen gratuitamente de este gran HUB de la Inclusión en Chile, al convocar al empresariado, a la academia, al gobierno, a fundaciones y a los emprendedores de este circuito innovador y resiliente.
Otra iniciativa valiosa, es la realización de la virtual con cursos, seminarios y guías para promover participación de personas con discapacidad. La iniciativa se denomina Aprendiendo a Incluir, que fue lanzada por Senadis y la OIT (La OIT es la institución mundial responsable de la elaboración y supervisión de las Normas Internacionales del Trabajo).
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